La crianza de los hijos es un viaje lleno de desafíos, y en ocasiones, los niños pueden involucrarse en conductas inadecuadas. Como padres, es esencial saber cómo abordar estas situaciones de manera efectiva. Un enfoque compasivo y comunicativo resulta la mejor opción para lidiar con estas situaciones. Siguiendo estos pasos, vas a poder comprender mejor por qué tu hijo se comporta de cierta manera y cómo podés ayudarlo a superar sus desafíos.
Paso 1: Atendé a sus necesidades
El primer paso para abordar la conducta inapropiada de tu hijo es preguntarte si sus necesidades psicológicas y físicas están satisfechas. ¿Tiene hambre, sueño, dolor? ¿Necesita tiempo, amor, juego o simplemente tu atención? Abordar estas necesidades básicas es fundamental para comprender su comportamiento.
Paso 2: Analizá la situación
Es importante reflexionar sobre si le has prestado la debida atención, si lo has escuchado y si le estás pidiendo algo acorde a su edad y desarrollo. También, considerá si tu hijo ha tenido un mal día, ya que sus emociones pueden influir en su comportamiento.
Paso 3: Llená el vaso vacío
Imaginá las necesidades insatisfechas de tu hijo como un vaso vacío que debés llenar. Esto puede incluir sueño, hambre, amor, mirada, escucha y más. Abordar estas carencias puede ayudar a prevenir conductas inadecuadas.
Paso 4: Comprendé sus emociones
Recordá que cuando los niños actúan mal, generalmente es porque se sienten mal. Preguntale directamente si necesita algo y concentrate en cómo se siente en lugar de juzgar su comportamiento.
Paso 5: Fomentá la comunicación (si tiene más de 3 años)
Promové la comunicación abierta con tu hijo. Pregunta qué pasó, cómo se sintió, qué le gustaría haber hecho en lugar de su acción inapropiada y cómo puede solucionar la situación. Animá a tu hijo a proponer formas de hacer que todos se sientan mejor.
Alternativa para bebés menores de 2 años
Si tu hijo es un bebé, enseñale cómo realizar acciones apropiadas y distraelo con actividades seguras. Explicale por qué ciertas acciones no son adecuadas, siempre manteniendo un tono de voz suave y amoroso.
Lidiar con la conducta inapropiada de tu hijo puede ser un desafío, pero siguiendo estos pasos, podés establecer una base sólida para la comunicación efectiva y el entendimiento mutuo. Recordando siempre la importancia de atender sus necesidades y fomentar un ambiente de amor y respeto, vas a poder guiar a tu hijo hacia un comportamiento más adecuado y un crecimiento saludable.
Fuente: Valery Flórez de iParenty